Excusas para no cambiar
Hoy me gustaría escribir sobre un tema algo complejo que suele ocurrirnos a todos: cuando tenemos un problema y no lo vemos o no lo queremos ver.
Seguramente si eres una persona observadora y tienes cierta facilidad para percibir maneras de comportarse que no son las mejores, te habrás encontrado en tu vida con muchas personas que se quejan de un problema suyo o de alguien de su alrededor, pero sólo quieren llegar hasta ahí. Sólo quieren soltar esa angustia, esa indignación, esa rabia por algo que no les gusta; aun cuando ese problema es habitual o llevan mucho tiempo arrastrándolo, deciden obviarlo o mirar para otro lado. En cuanto se le comenta la opción de poder atajar ese problema ya le quitan importancia o dicen que es imposible cambiarlo.
Pues bueno, aquí quiero dejar claro desde ya que esa idea social que tenemos de que la “gente no cambia” es falsa. Más bien es lo contrario, todo lo que hace el ser humano es cambiar constantemente, con cada interacción, con cada contacto que tiene con su exterior no deja de hacerlo. Lo que hay que mirar es hacia dónde está cambiando. Porque ese cambio a la larga puede ser para mejorar su entorno y su vida, o para empeorarlo.
Las necesidades del ser humano
Como animales buscamos suplir nuestras necesidades básicas más inmediatas, seguro que habéis oído hablar alguna vez de la pirámide de Maslow. No es el único autor que habla de las necesidades humanas, pero es el más conocido, de manera que para hacernos una idea de lo que quiero decir ponemos su teoría de ejemplo.
La pirámide de Maslow consiste en 5 necesidades: 3 necesidades básicas que son la base de la pirámide (necesidades fisiológicas, seguridad, afiliación) y 2 necesidades superiores (reconocimiento, autorrealización.
1. las 5 fases de la pirámide de Maslow [Internet]. [citado el 24 de marzo de 2023]. Disponible en: https://www.iep.edu.es/las-5-fases-de-la-piramide-de-maslow/
Estas necesidades son algo primordial para sentir que tienes una vida plena. Pues bien, desde el momento en que nacemos lo que nos mueve es conseguir tener estas necesidades cubiertas, y cuando las tenemos, nos mueve querer mantenerlas. Todo esto lo explico de manera muy general. Al final lo que me interesa que se entienda es que cuando una persona tiene un comportamiento que provoca malestar a sí mismo o a otros, no significa que esté yendo en contra de estas necesidades, sino que hay alguna anterior que no están asentada.
Es una pirámide porque para conseguir un escalón que está por encima debe tener cubierto el inferior, sino no se puede tener completamente asentada la necesidad superior.
Creo que va a ser mucho más sencillo verlo con un ejemplo, pero puede valer la dinámica para muchísimos problemas o conductas problemáticas.
El niño problemático.
Imaginemos un niño que desde que es pequeño lanzaba los juguetes a todo el que estaba cerca. Este niño a excepción de ese momento no tenía la atención de sus padres, hermanos, cuidadores, compañeros, etc. Es decir, a menos que hiciera algo “malo” no recibía de su entorno nada de atención, más que las necesidades fisiológicas, esas sí las tenía cubiertas por sus cuidadores.
Este niño con el paso del tiempo verá que las personas de su alrededor no dejan de evitarle, apartarle o confrontar con él, porque su actitud siempre es agresiva o porque solo “quiere llamar la atención”. Esto es un problema. Porque si nos fijamos en la pirámide, el niño en un principio quiere sentirse parte de algo, como cualquier otra persona, busca tener esa afiliación con los otros que le rodean.
Claro, aquí hay un problema. Desde que era bebé ha buscado, por todos los medios que disponía a su alcance, “cariño”, que le prestaran atención, pero su entorno sólo se ha ocupado de sus necesidades fisiológicas: que no pase frío, hambre, sueño, etc.
El niño al ver que, con cada comportamiento conflictivo, sentía que por fin le “veían”, buscaba esa sensación de formar parte de una unión con otras personas. Lo buscaba en ese momento porque se sentía seguro, pero con el tiempo, cada vez que se comportaba mal, la seguridad iba desapareciendo y el niño cada vez entendía menos.
Espero que se esté entendiendo dónde está aquí el problema. Pues el principal problema es que su entorno seguro, sus cuidadores, no estaban prestando la atención necesaria a las conductas que son positivas para el niño. No tenía momentos en los que sintiera que formaba parte de una familia y cuando le prestaban atención era para echarle la bronca. Por tanto, cada vez se iba separando más y más de aquellas personas y poco a poco ha ido generando un apego inseguro. Del apego hablaremos otro día, ya que es un tema para tratarlo con un post completo. Es decir, el niño no está en un ambiente que le ayude a cubrir sus necesidades básicas.
Si te sientes aludido…
Con esto habrá muchas personas que lean esto y piensen: “Sí, pero es muy fácil hablar sin tener hijos”. Pues tienen razón en que es más fácil, pero cuando tienes un problema y no quieres afrontarlo, lo más fácil es no hacer nada. Seguir haciendo lo ya hacíamos sin analizar el problema, aunque ello no resuelva sino empeore el problema. Esta respuesta viene dada porque tu autoestima y tu orgullo no te deja ver que hay maneras de trabajar estos problemas que se han ido desarrollando con el paso del tiempo.
Nadie nace sabido, no digo que los cuidadores de este ejemplo tengan la culpa, porque no es su culpa que te digan que tienes que ser padre o madre sin saber cómo debes educar a un ser humano.
Lo que digo es que en la era de la información, dónde conseguir libros y artículos está al alcance de todo el mundo (al menos en los países más desarrollados), el no interesarte por cómo hacer o cómo mejorar es un problema de dejadez o desinterés.
Habrá mucha gente que siga diciendo lo mismo. Ya, pero tú no tienes hijos, no sabes lo que es. Pues bien, todo lo que quieras decir son: “excusas”. Un mecanismo que tenemos para no sentirnos mal con nosotros mismos, que es lógico que se active, porque necesitamos sentirnos personas competentes y plenas, pero es una reacción casi automática. Cómo nos sentimos atacados, buscamos explicaciones para quitar la razón a la persona que nos ha ofendido. Si te sientes aludido, sólo puedo decir una cosa y es que el mayor muro que tenemos para ser mejores y para poder disfrutar más de nuestra vida, somos nosotros mismos.
Si no utilizamos nuestra metacognición para darnos cuenta de este mecanismo y no planteamos que es posible haberlo hecho mejor, porque ninguno de nosotros es perfecto, antes podremos afrontar los problemas que nos han ocurrido, nos ocurren y nos ocurrirán.
Quizá no te has dado cuenta, pero en este ejemplo del niño, el protagonista del post no es el niño, sino la persona que se siente aludida y ofendida. Esto es a lo que me refería al inicio del post, las personas tenemos un mecanismo que nos hace justificar las conductas y actitudes que vemos que están mal, de las cuales nos podemos quejar, pero en cuanto tocamos algo que no nos gusta o que nos hace tambalear nuestro autoestima, reaccionamos protegiéndonos, ya sea atacando o huyendo de la situación.
Nunca es tarde para empezar
Quizá ha sido algo intenso para la persona que se sienta aludida, pero mi intención no es otra que hacer ver de manera práctica ciertos conceptos importantes de la psicología. Si de verdad estás molesto/a por ello, pido disculpas, pero también te pido que tengas un momento de reflexión personal, en el que te plantees si realmente no podías haber buscado la manera de hacer mejor las cosas. Si es así estás a tiempo, nunca es tarde para cambiar hacia una situación en la que tanto tu entorno como tú os sintáis mejor, consigas más complicidad y logres poco a poco ir subiendo cada escalón de la pirámide hasta sentirte una persona lo más plena posible.
Sé que, con la situación actual, con los problemas diarios, con las responsabilidades, etc. es muy difícil, pero eso no deja de ser otra excusa para no ponerte con ello. Los profesionales de la psicología estamos para ayudar y entiendo que es un gasto elevado y nuestra sociedad debería buscar la manera para que todos podamos tener acceso a ello. Pero hasta que esto se pueda hacer, será mejor gastar una parte de nuestro sustento en estar mejor para poder afrontar la vida analizando y comprendiendo tu entorno y a ti misma/o, que seguir arrastrando problemas que se van haciendo más y más grandes.
Si quieres empezar a trabajar en ti, te puedo ayudar.
Sígueme en